Trabajar es un derecho
de toda la humanidad.
Conservarlo y tenerlo
le dá al hombre dignidad.
El trabajo dignifica
nos brinda satisfacción,
tenerlo magnifica,
es una gran bendición.
Los hombres y las mujeres
se esfuerzan todo el día,
pensando en los que quieren
para que tengan comida.
Se levantan temprano,
tienen que madrugar,
como todo cristiano
para el sustento llevar.
Cuando salen de su casa
muchas horas suelen viajar,
deben ganarse la vida,
sin saber si volverán.
Con las manos gastadas,
agrietadas de trabajar,
lo hacen de manera honrada,
para no mendigar el pan.
Sufren muchas injusticias,
no se van a doblegar,
en su alma está la fuerza
lucharán por igualdad.
A los trabajadores:
¡Felicidad en su día!
sean médicos, maestros,
abogados o dentistas.
A los obreros, carteros,
jardineros o estilistas,
buen merecido descanso
por el esfuerzo que dedican.
Delia Arjona
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